Sermon delivered by the Rt. Rev. Diane M. Jardine Bruce, Bishop Provisional of West Missouri at the Renewal of Vows and Blessing of Oils service held at Grace and Holy Trinity Cathedral, Kansas City, Missouri, on Tuesday, April 12, 2022.
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Sermon Transcript
Les traigo saludos de su personal diocesano – estamos aquí para ayudarles en cualquier forma que podamos. Y digo esto con toda sinceridad.
Lo digo así, porque seguimos aprendiendo de ustedes sobre la misión y el ministerio que realizan para la gloria de Dios, desde Skidmore a Noel, de Kansas City a Booneville, y de West Plains a Trenton. Hasta este último domingo, he visitado cuarenta y dos de las cuarenta y ocho congregaciones (si, digo cuarenta y ocho – incluyendo a Maryville). He aprendido tanto – y escuchado TANTO – tantísimos relatos, de hecho, sobre la historia de cada una de estas congregaciones y su relación con el Obispo, su relación con el personal diocesano, y su relación con el clero, con los decanatos y con otras congregaciones dentro de la diócesis. Me quedan seis congregaciones más por visitar – y esas visitas se harán antes de mediados de junio.
¿Que he visto y escuchado en estas cuarenta y dos visitas? He visto como el liderazgo laico en congregaciones sin clero a cargo o sin la ayuda de diáconos, llevan a cabo el trabajo de alcance y ministerio – cuidándose entre sí, cuidando de su parroquia y de las necesidades de la comunidad a su alrededor. He visto el uso creativo de edificios con el propósito de estabilizar las finanzas de las congregaciones o brindar a la comunidad un ministerio muy necesitado. He conocido miembros del clero y personas laicas trabajando para satisfacer las necesidades de la comunidad a su alrededor – sin importar el número de personas en las bancas los domingos – dentro de su propio contexto estas congregaciones están haciendo la labor de Jesús. He escuchado de sufrimiento y alegría, ausencia y presencia, de abandono y de compromiso, de abundancia y carencia, de luchas y éxito. Dicho de otra forma – he escuchado de la VIDA en la diócesis del Oeste de Missouri. La vida de Jesús – con todos sus altibajos. Al centro de cada congregación existe un profundo sentido de llamado – especialmente en las personas laicas que sienten un llamado a acompañar y cuidar de esa comunidad de fe y la comunidad a su alrededor.
A algunos de ustedes les conté esto, pero vale la pena repetirlo – antes de mi entrevista con el comité permanente para discernir si estaba siendo llamada o no a servir como su Obispa Provisional, busqué la página de Facebook y sitios web de cada congregación. Las que contenían información detallada fueron de mucha ayuda. Las que contenían poca o ninguna información, bueno, hicieron la cuestión un poco más difícil. Busque ver si había clero de color aquí – eso es importante para mí. Busqué ver si había mujeres a cargo de congregaciones – eso es importante para mí. Busqué ver si había un liderazgo laico robusto – eso es importante para mí. Busqué ver si había clero gay o lesbiano casado a cargo de congregaciones – eso es importante para mí. ¿Porque hice esto? Porque llegar aquí – estar con ustedes – tenía que ser el resultado de discernimiento mutuo para ver si encajaríamos bien – si esto venía del Espíritu – y discernir si yo respondía a un llamado o si estaba simplemente aceptando otro empleo. Aceptar un nuevo empleo solo porque si NO es vivir el llamado a estar en ministerio que Jesús nos hace – y yo nunca tendría interés en hacer tal cosa. Sería una receta para el sufrimiento. Y no, esto tenía que ser un llamado del Espíritu – un llamado mutuo – donde todos los involucrados hicieran uso de la oración – para que hiciéramos el trabajo que Dios nos está dando. Eso es trabajo del Espíritu, y ese es el trabajo al que somos llamados a hacer.
Haber visitado cuarenta y dos de las cuarenta y ocho comunidades de fe me ha ayudado a terminar de crear mi imagen de la diócesis – y estoy más que agradecida de poder estar con ustedes y llevar a cabo este trabajo – juntos. Esta diócesis es una gema, con un clero talentoso y personas laicas dedicadas.
Lo que me ha impresionado en todas nuestras conversaciones y lo que he aprendido al escucharlos a ustedes y a los grupos laicos con los que sirven es que la confianza, hablar con la verdad y las relaciones sanas son centrales para el éxito de una diócesis. La confianza, hablar con la verdad y las relaciones sanas. Suena como el trabajo que Jesús comenzó y al cual estamos llamados a continuar, ¿verdad? Al centro de esto, al centro de todo esto, pienso yo, está el Amor. O más específicamente, El Camino de Amor como le gusta decir a nuestro Obispo Primado.
Mi trabajo – nuestro trabajo – es recrear la confianza hablando con la verdad y estableciendo relaciones sanas – y eso solo sucederá cuando estemos dispuestos a relacionarnos unos con otros – para estar juntos – HACIÉNDONOS VISIBLES y ESTANDO PRESENTES para CUIDAR LOS UNOS DE LOS OTROS – y amándonos los unos a los otros tal como Cristo nos ama, y ofrecer ese amor a todos con quien entramos en contacto.
¿Cuál es el Camino de Amor para nosotros aquí en la Diócesis del Oeste de Missouri? ¿Qué es nuestro perfume de Nardo el cual podemos derramar en nosotros y en nuestras congregaciones? ¿Qué es lo que el Señor nos manda a hacer aquí y ahora? Se cansarán de oírme decir esto, pero creo que es importante:
El Obispo Tuttle, el entonces Obispo Provisional del Oeste de Missouri dijo esto:
A ustedes les pertenece el glorioso Campo Misionero. Hablen sobre las Misiones, trabajen en las Misiones, amen las Misiones desde sus comienzos. Tienen veinticuatro parroquias y veinticuatro Misiones organizadas. Tienen cuarenta y un edificios de la Iglesia y nueve Rectorías. De sus treinta y cinco clérigos, veintisiete están trabajando activamente… Así que, a lo largo del horizonte hay trabajo misionero para ustedes, y el trabajo es muy prometedor… Kansas City, St. Joseph, Springfield, Sedalia, Carthage, y a los fuertes entre ustedes, les ruego que apoyen a los débiles. Les ruego por sus propias vidas que apoyen la obra misionera… aquí y ahora deben sentar las bases para su diócesis. Deben comenzar la construcción de su historia futura. Sean prudentes, devotos, fervientes, gentiles, desinteresados, generosos”.
Nuestro equipo de planificación de convenciones ha ideado un tema para la convención en noviembre: Recordando nuestras raíces para un nuevo crecimiento. El obispo Tuttle comenzó nuestra obra misionera, y necesitamos recordar eso, y cultivar raíces más profundas donde nos encontremos plantados. Sólo podemos hacerlo si nos comprometemos a trabajar juntos. Sólo podemos hacer eso si estamos dispuestos a hablar la verdad en amor los unos con los otros. Haremos este trabajo, avanzando a la velocidad de la confianza. Escucharán más de parte del equipo de planificación de convenciones a medida que nos acerquemos a la fecha de la convención.
Por ahora, nos encontramos aquí – renovando los votos que tomamos durante nuestra ordenación. A través de nuestra vocación como diáconos, sacerdotes y obispos, somos llamados a estar en relación los unos con los otros y con quien somos llamados a servir. Nuestro llamado es a crear confianza, a hablar con la verdad y a cultivar y permanecer en relaciones saludables. Nuestro llamado es a discernir a través de la oración, hacia donde Dios nos conduce en nuestros ministerios y donde estar o ir. Nuestro llamado es a recorrer el Camino de Amor, juntos – siempre juntos. Que podamos, en el proceso, ser siempre “prudentes, devotos, fervientes, gentiles, generosos.”
Amen.